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8 nov 2015

Menuda exhortación de los acometidos.

Que todos queremos vida
y un poco de sol que nos acaricie las mejillas.
No este querer estar en ningún lado,
con colores que llegan a contradicción.

Porque no hay razón más pura,
ni nada más inquisitorio
que blanco absurdo.
Y tu nombre en medio del papel.

Que ya no cabe más orgullo
dentro de la ignorancia del saber.
Saber lo que hay y seguir en el mismo eje
del empecinamiento.

Una y otra vez,
a pesar de todas las decepciones,
todas las contradicciones,
que no terminan de demostrar nada.

Ni probando por inducción al absurdo,
que desde fuera entra calor,
pero más frío da la rabia
que sale de mi interior.

Que todos queremos vida,
supongo.
Pero hoy toca silla,
y un poco de (co)razón.

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